Mi secreto sucio

    Durante años, era mi secreto sucio, mi vergüenza privada. Yo era supuestamente un novelista, un escritor de policiales, no menos - un valiente profesional, duro en el oscuro arte de matar en la página. Se suponía que debía ser una ruleta de la más alta de cuentos. Mis libros se inició con la advertencia: "Esta es una obra de ficción ..."Y sin embargo, seguía teniendo este problema: no podía hacer cosas.Estaba atado por la verdad y mi verdad era que yo había sido un reportero de un periódico de la época tenía 14 años, cuando me enganché como corresponsal de The Ridgefield (Connecticut) Press, mi periódico local. Yo fui destetado de la leche de la doble obtención de la comida de los documentos justificativos. Más tarde, cuando era un joven profesional en The Washington Post y The (Newark) Star-Ledger, me enteré de que incluso en los papeles respetables, las normas de comportamiento en el periodismo eran mucho más laxa de lo que eran en otras industrias. Podría aparecer borracho, gritar obscenidades en la sala de redacción, evitar el baño regular, todas las cosas que veía mis colegas hacen - especialmente cuando trabajé en el departamento de deportes, un refugio para los ebrios, profano y maloliente. Todo sería perdonado y / o ignorados mientras que presenté copia limpia de los plazos. Pero si he hecho algo, eso fue diferente. Entonces yo ser despedido en el acto. No habría ninguna equivocación - no memorialistas 'apretones de manos sobre el squishiness de recuerdo humano, no una postura posmoderna acerca de cómo se determina la realidad, sin sutilezas acerca de las realidades cuánticas infinitas o cualquiera de las otras cosas que los profesores y estudiantes de posgrado pasan demasiado tiempo reflexionando. El mundo de la prensa ha sabido por mucho tiempo la diferencia entre la realidad y la ficción, y está claro acerca de las consecuencias para aquellos que se alejan en el último. Al principio, cuando estaba en la escuela secundaria, siendo enlatados no habría sido un gran problema - que sería sólo habría significado volver a cuidar niños. Pero a medida que pasaba el tiempo junto, el dinero que hice de periódicos se hizo más importante. En la universidad, que era dinero de cerveza ('nuff dijo).Entonces, era el alquiler. Entonces mi hipoteca. Entonces la comida en la boca de mis hijos.